jueves, 12 de abril de 2012

Arcade Fire: en directo en el Madison.

Querría vivir en tantos sitios... en todos los sitios que he recorrido, que he visto, imaginado... en cualquiera que no fuese éste. Me ahoga el tiempo que pasa y no alcanzo a ver lo que me deparará el mañana.

Florencia sería un buen sitio, o York, o Manchester (cuantísima buena música ha nacido en Manchester), o Berlín... Tengo tantos retos por cumplir que jamás se cumplirán que tengo miedo a que jamás termine lo que un día empecé: vivir.

La clave es mantenerse...

miércoles, 22 de febrero de 2012

Alegra esa cara, es Miércoles.

Muchas veces las miradas del mundo te pueden salvar, muchas te pueden hundir. La mirada a través de una canción siempre es mucho más esperanzadora y despreocupada que una del mundo real, mucho más fácil de asimilar con un ritmo de guitarra que con el sonido seco de las agujas del reloj, mucho más rápido y lento que la salida del sol y de la luna. La música está ahí, la felicidad embotellada en un mensaje que sólo unas letras y acordes pueden liberar... Sonríe, enciende la máquina y baila, la vida es únicamente un soplo de aire.

A bailar.

lunes, 20 de febrero de 2012

Hoy he vuelto, y lo único que me apetece es rodearme de miles de discos.

A veces me gustaría lanzarme al vacío de las vías, ¿a tí no? El suave ronroneo de los vagones del metro es un imán para mis perdidas pisadas... Deseo tanto sumirme en el mundo de la música que cada canción que escucho me vuelve un poco más loco, un poco más necesitado de tí, dependiente de tu aroma y de tus acciones incorrectas y prohibidas. No puedo con el mono, es que es jodidamente fuerte; necesito un chute más de la vida que me das. Soy un enfermo al que sólo se le puede curar con acordes, notas y coros... Enfermedad maldita, ni me matas ni me dejas vivir.

¿Por qué no me dejas continuar? Maldito el día en el que acepté venderme a tus palabras y a tus puentes de acordes, de esos que sólo unos pocos saben rehuir; maldito el día en el que me enchufé a tu eléctrica heroína, maldito el mundo que no puedo ver si tú no estás conmigo, maldito todo lo que no tocas y yo piso, maldito yo.